PASO 2: Limpiar y Separar

A la hora de preparar la basura para sacarla a la calle, lo ideal será separar los residuos húmedos de los  residuos secos.  Por residuos secos se entienden  cartones, papeles, plásticos, vidrios, metales y telas. Procura botar todos estos dentro de una misma bolsa. Con los residuos húmedos, si tienes un jardín o muchas plantas puedes convertirlo en compost.  En caso de que no tengas jardín ni, simplemente los botas a la basura en una bolsa diferente a la que usas para tirar los residuos secos.

Como puedes ver, la basura doméstica, si se separa correctamente, ayudarás para que el proceso de reciclado sea más eficiente y así, procurar un entorno menos contaminado.

Residuos orgánicos
Representan el 44% de la basura doméstica. Son los desechos de comida (vegetales, cáscaras, frutas…). A no ser que se reciclen en su origen como abono y fertilizante para las plantas, acabarán en un vertedero. El peligro de contaminación es evidente, ya que las bacterias y los microorganismos descomponen esa materia orgánica y producen un líquido (lixiviados) que penetra en el subsuelo.

Papel y cartón
Representan el 20% del peso de la bolsa de la basura. Hay que tener en cuenta que no todo el papel puede ser reciclado, ya que los plastificados, los adhesivos o los papeles de fax no son aptos para su reutilización posterior.

Residuos peligrosos
Productos de limpieza, aseo, insecticidas, bricolaje, pilas… Son de los residuos menos habituales (un 6%) y de los más difíciles de eliminar sin consecuencias graves para el medio ambiente.

Plástico
Representan el 11% de la basura que se genera en el hogar. Es conveniente reducir la compra de envases de plástico, en especial si no se cuenta con un sistema de recogida selectiva. Hay que evitar adquirir la fruta y los vegetales preenvasados, así como procurar lavar y reutilizar los envases para almacenar alimentos –incluso para congelar–, pero nunca reutilizar los envases que han contenido sustancias químicas o aceite mineral o rellenar los envases comprando productos a granel ­(ni siquiera el agua).

Vidrio
Supone el 7% de la bolsa de la basura y es uno de los materiales más valorados. Basta decir, que por cada 3.000 botellas que se depositan en el contenedor se ahorran 130 kg de petróleo y que tan sólo con la energía que ahorra el reciclaje de una botella se podría mantener encendida una bombilla de 100 watios durante cuatro horas. A la hora de reciclar, no hay que arrojar cristales de ventanas, bombillas, fluorescentes o fragmentos de vitrocerámica en ningún contenedor de botellas, ya que estos tipos de cristales están fabricados ya con mezclas de varios materiales, por lo que es imposible reciclarlos de nuevo con el vidrio ordinario.

Hojalata y aluminio
El primero es uno de los materiales más empleados en el envasado de alimentos y supone el 4% de la bolsa de la basura. El aluminio, por su parte, se usa en la fabricación de latas, tapas de yogures, 'briks', etc. Ambos son reciclables al 100% y ya existen contenedores especiales para depositarlos.


Fuente imagen: http://ambientelimpio.webs.com/comoayudar.htm
Fuente texto: http://www.guioteca.com/medio-ambiente/como-separar-la-basura-para-que-sea-reciclada/